Hoy en día casi ninguna empresa deja de proteger sus locales con cerraduras, alarmas y cámaras de seguridad, ante posibles intrusiones y robo. Inclusive, contratan policías para resguardar el local y el inventario. Cuidar tus sistemas informáticos es igualmente importante, para evitar que cibercriminales interrumpan tus operaciones o, peor aún, roben tus datos privados o propiedad intelectual. Una de las herramientas clave utilizadas para ello es un firewall, y pocas compañías pueden permitirse operar sin ella.
Tú sabes que cualquier red o equipo independiente conectado a internet está potencialmente en riesgo de ciberataques. Estos pueden tomar muchas formas, dependiendo de las habilidades del atacante y la motivación. Algunos programas maliciosos, o malware, desvían una parte de su hardware y ancho de banda a sus propios usos, como el alojamiento de software pirata o pornografía.
Otros pueden eliminar datos cruciales o derribar tu red. Los criminales podrían tener acceso a su infraestructura informática, y cargar las compras a las tarjetas de crédito de tu empresa o robar dinero de las cuentas. Los competidores sin ética podrían inclusive acceder a tu información de propiedad intelectual o datos de proveedores y clientes, obteniendo una ventaja crucial.
Los firewalls de hardware tienen varias ventajas. Ellos usan su propio software preinstalado y sistema operativo, por lo que el malware basado en un sistema operativo como Windows no puede atacarlos. Protege cada dispositivo de la red, sin el tiempo y el problema de configurarlos individualmente. Eso también es un beneficio cuando se necesita actualizar, ya que es más rápido y más fácil que hacerlo en una habitación llena de computadoras.
El software de firewall en los servidores de red o en las computadoras individuales proporciona un nivel adicional de seguridad y, a menudo, se utilizan junto con cortafuegos de hardware.
Como alternativa, el administrador de red puede configurar permisos de firewall para usuarios individuales o grupos de usuarios. Esa estrategia puede utilizarse para bloquear o controlar el acceso de los empleados a sitios web externos, ya sea en interés de la productividad o para evitar que los empleados utilicen los recursos de la empresa con fines ilegales o no aprobados.
La protección debe formar parte de tu plan general de seguridad informática. Esto también podría incluir un conjunto claro de políticas escritas sobre el uso de redes externas, trayendo discos o unidades flash de otros ordenadores, y el almacenamiento de datos confidenciales.
Tu personal de TI también podría recomendar el uso de escáneres de virus y malware, seguridad WPA para su red inalámbrica o algún tipo de cifrado para sus discos duros y otros dispositivos de almacenamiento de datos. Si no tienes la experiencia para configurar un firewall, no dudes en contratar a un consultor externo para hacer este trabajo y actualizaciones periódicas.
Un firewall mal configurado puede obstaculizar significativamente la productividad, sin aumentar su seguridad. Ten cuidado.